Explicación del potencial evocado visual (PEV)
¿Qué es un potencial evocado visual (PEV)?
Cómo funciona
Un estímulo luminoso proporcionado por un monitor de ordenador o una pantalla ganzfeld es recibido por las células retinianas del ojo. El potencial eléctrico viaja desde la retina hasta la corteza visual del cerebro. Electrodos colocados en el lóbulo occipital registran la actividad eléctrica resultante en la corteza visual.
Qué nos dice
Las anomalías en el PEV indican posibles alteraciones en la vía visual. PEV puede ayudar a detectar el mecanismo causante de los déficits visuales.
- Es útil como prueba de la vía visual en su conjunto.
- Una PEV normal indica que la información visual se transmite correctamente a la corteza visual del cerebro para su interpretación.
- Las anomalías pueden indicar problemas en la transmisión del ojo a la corteza visual.
El examen de PEV proporciona datos funcionales y objetivos
El potencial evocado visual (PEV) es una medida no invasiva de las respuestas electrofisiológicas del cerebro a los estímulos visuales. La prueba de PEV proporciona información funcional objetiva y registrable, incluso en pacientes poco colaboradores, no verbales o inconscientes.
Aunque la tecnología de imagen como la RM sigue avanzando, el PEV se considera una herramienta valiosa para ayudar a detectar lesiones ocultas en la vía visual y especialmente en el nervio óptico.
¿Por qué realizar pruebas de PEV?
El PEV es una prueba objetiva de la función visual. Varios síndromes y anomalías pueden afectar a la PEV, como la neuritis óptica, la esclerosis múltiple (EM), los tumores, las lesiones traumáticas, las infecciones y los agentes tóxicos. La interpretación de las anomalías del PEV puede ayudar a diferenciar posibles tipos de patología subyacente.
Aplicaciones clínicas del PEV
Los potenciales evocados visuales, como ayuda en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, son clínicamente valiosos para los médicos a la hora de determinar los déficits neurológicos que causan problemas de visión, incluso cuando las imágenes no son fiables o concluyentes, o cuando los síntomas parecen ser sólo subjetivos. Del mismo modo, el PEV puede utilizarse para supervisar la recuperación funcional tras un acontecimiento neurológico adquirido o traumático[44]
Por tanto, la prueba de PEV puede utilizarse para evaluar:
- Desviación de las fibras del nervio óptico (por ejemplo, albinismo)[43]
- Disfunción tóxica o nutricional del nervio óptico[43]
- Sospecha de neuritis óptica (resultante de desmielinización, por ejemplo, esclerosis múltiple)[42]
- Recuperación de una serie de disfunciones de la vía óptica[42]
- Ceguera cortical por meningitis o anoxia[42]
La prueba de PEV también puede utilizarse para:
- Distinción entre inflamación y otras neuropatías ópticas[42]
- Determinar cuantitativamente la función del sistema visual y las vías ópticas debido a un traumatismo craneoencefálico[42]
- Ayuda a detectar tumores orbitarios que comprimen la vía óptica[42]
- Seguimiento de posibles gliomas del nervio óptico en pacientes con neurofibromatosis[42]
- Monitorización de la función cerebral de pacientes en quirófanos o cuidados intensivos[44]
3 tipos de PEV
Se han diseñado diferentes estímulos visuales para producir distintos tipos de resultados de PEV. En general, los tipos de PEV más utilizados clínicamente son el PEV de inversión de patrón (PPEV o PRPEV), el PEV de inicio de patrón y el PEV de flash. La estimulación de patrón inverso es el patrón de referencia para las pruebas de PEV, con el tiempo y la forma de onda más consistentes.[45] Por otro lado , el PEV de inicio de patrón y el PEV flash se utilizan más comúnmente en pacientes incapaces de fijar, como los lactantes.
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